domingo, 14 de agosto de 2011

Capitulo 8


Son las 8:30  de la tarde y estoy muy aburrida así que decido ir a correr otra vez.
Llevo ya recorrido gran parte del camino por el que suelo correr y aun no he visto a Erik.
Me paro para beber agua (esta vez sí he cogido la botella) ye s entonces cuando escucho mi nombre, miro en todas las direcciones posibles pero allí no hay nadie, solo estoy yo.
Corro un poco más pero en seguida me doy media vuelta porque tengo un mal presentimiento...Y cada vez que tengo uno siempre pasa algo malo.
Cuando llego a mi casa no hay nadie y eso me pone más nerviosa aun
Decido ducharme y si para entonces no han llegado mis padres les llamare por teléfono.
Justo al terminar de ducharme suena el teléfono y salgo corriendo para cogerlo.
-¿mamá? ¿Dónde estáis?-pregunto muy nerviosa porque el presentimiento ahora es mas fuerte
-Nicol..es tu padre…le han..disparado- logra decir entre sollozos
-¡¿Qué qué?! Mamá tranquilízate ¿estáis en el hospital no? ahora mismo voy para allá
-Si vale aquí te espero.


+ Estoy escuchando música cuando recibo un sms, es de Anais.
       -Te advertí de lo que ocurriría, pero no me hiciste caso.
Esto solo puede significar una cosa….Nicol.
-Mierda, no tengo su número- digo en voz alta.
-Anais! ¿Qué habéis hecho?
- Valla saludo...
- Déjate de tonterías y respóndeme.
-Pues eso pregúntaselo a tu querida Nicol
-Lo habría hecho, pero no tengo su número
-En ese caso te vas a quedar con la intriga.
Antes de que pueda decir algo ella ha colgado.
¿Y ahora qué?- digo en voz demasiado alta. 

jueves, 4 de agosto de 2011

Capitulo 7

Son las 7 de la tarde y yo estoy en mi cama  mirando hacia el techo y pensando en Nicol. Tengo que hacer algo, ¿pero qué?
-Erik necesito hablar contigo por favor sal y deja que te cuente algo que te va a importar mucho.
Es Anaís  sin duda, reconocería su vez en cualquier lugar de este mundo…bueno y del otro también. Decido salir y hablar con ella.
-¿Qué quieres Anaís? Te recuerdo que tú y yo no podemos hablar.
-¿Que no podemos o que no quieres?- me pregunta histérica.
- Anaís tranquilízate, vas a lograr que nos escuchen- le hago una señal para que entre a la casa.
-Erik, hazme caso: por favor alejate de esa chica. A si solo vas a empeorar las cosas si sigues a su lado.
-¿Algo más?- pregunto en un tono bastante frío  e indiferente, porque diga lo que diga yo tengo las cosas muy claras y sé que he venido hasta aquí para terminar algo que empezó hace mucho tiempo.
-Pues sí, que te sigo queriendo y que si tú quisieras todo volvería a ser como antes- me besa, al principio es un beso dulce pero poco a poco se funde con la pasión. A duras penas consigo separarme de ella.
-Anaís sabes que lo nuestro terminó hace mucho tiempo y por favor no insistas.
- ¿y ese beso? ¡¿No ha sido nada?!
- No, para mí no – aunque realmente me ha hecho dudar durante un instante si quería o no pasarme a su bando, pero solo ha conseguido aturdirme solo un instante- y ahora si no te importa tengo cosas que hacer.
-Vale, como quieras, yo solo he venido a  avisarte, pero ya veo que a ti todo te da igual. Pero allá tu y una última cosa Erik, atente a las consecuencias.


Capitulo 6


-Me despierto empapada en sudor y sin poder respirar muy bien. Enciendo la luz , abro  mi ventana y veo que tengo sangre en mi brazo, me asusto y enseguida  voy al baño a echarme agua. Cuando la sangre se me va no veo ninguna herida ni nada, qué raro ,¿ qué ha pasado? Solo sé que he tenido una pesadilla pero no logro recordar con qué.
En mitad de lo que parece ser un bosque:
-Casi te pillan Erik- pienso en voz alta- ha faltado muy poco – Para mi sorpresa veo que tengo mucha sangre en mi pierna. Maldito cabrón- digo en voz alta.
En la casa de Nicol:
Cuando salgo de la ducha y termino de arreglarme y de  desayunar me dirijo hacia mi habitación para arreglarla.
Mientras estoy haciendo mi cama me viene de nuevo el olor de ayer, inhalo varias veces para comprobar que es mismo olor y estoy segurísima de que estaba en lo cierto, pero a diferencia de ayer hoy sé de donde proviene dicho olor… de mis sabanas.
No soporto ese olor así que pongo mis sabana para lavar y acto seguido enciendo a radio para sintonizar mi emisora favorita, pongo la música a un volumen bastante alto para escucharla bien y así no pensar mucho mientras limpio mi casa entera yo solo puesto que mis padres están trabajando.

domingo, 31 de julio de 2011

Capitulo 5


Cuando llego a mi casa me encuentro bastante fatigada porque aunque desde la casa de Sara hasta la mía solo hallan 500metros te cansas si lo haces corriendo lo más rápido que puedes,
Abro la puerta y escucho  el sonido de la TV y me dirijo hacia mi salón. Allí me encuentro con mi madre que se encuentra tumbada en el sillón, busco con la mirada a mi padre pero no le encuentro así que le pregunto a mi madre.
-Ma ¿y papá?
-Se ha ido a dormir ya y tu deberías de hacer lo mismo- me dice en un tono bastante deprimido.
-Aaah...Ya es lo que iba a hacer, buenas noches ma hasta mañana.
-Hasta mañana hija.
Cuando estoy en mi habitación me pongo mi pijama favorito aunque también el más viejo.
Me tumbo en mi cama, enciendo mi lamparita de noche y empiezo al leer el libro que mis amig@s me regalaron por mi cumpleaños. Sólo fui capaz de leerme un par de páginas, pues tuve que parar porque tenía la sensación de que me estaban observando. M e levanto de mi cama, apago la lamparita de noche y enciendo la luz de mi cuarto para poder ver mejor. Nada, allí no había nadie, abro la ventana, pero tampoco hay nadie. Me vuelvo a mi cama y apago la luz a la vez que me repito a mí misma que todo está en mi imaginación, que esto ya me ha pasado muchas veces…otro escalofrío y con este es el 3º en un mismo día, Nicol deja de preocuparte y duérmete ya, que es muy tarde me dije a mi misma.
No consigo quedarme dormida así que me dedico a mirar al techo y a pensar en Erik. Él me había dicho o mejor dicho, él había insinuado que nos volveríamos a ver, ¿pero dónde y cuándo?, bueno el dijo que solía ir a correr. Lo mismo voy yo también mañana a correr, total Sara estará mañana con Alex.
Media hora más tarde me dejo llevar por el cansancio y me quedo dormida.

viernes, 29 de julio de 2011

Capitulo 4

En cuanto entro en mi casa lo primero que noto es que no hay nadie puesto que todo está muy tranquilo, no se escucha nada.
-Qué raro-pienso-¿donde se habrán metido estos? , bueno da igual.
Me dirijo hacia mi cuarto para coger unos pantalones cortos mi camiseta preferida de Betty Boop  y mi ropa interior pero no sin antes mirar el reloj que hay en mi mesita de noche...Nicol metete prisa que ya son las 9.45.
Una vez en la ducha voy lo más rápido posible para no llegar tarde a la casa de Sara (mi mejor amiga) .
Para cuando he terminado de arreglarme son las 9:57 así que cojo mi móvil y mis llaves y salgo en camino hacia la casa de Sara.
En el camino pienso en qué es lo que le voy a decir a Sara…quiero contarle lo de Erik eso está claro, pero ella no se tragará que he ido a correr solo para liberar el estrés , ella me conoce demasiado bien y sabe que cuando salgo a  correr es porque me pasa algo ...Y no precisamente bueno.  Al final decido contarle la verdad al completo, total seguro que ella ya se imagina que mis padres tienen “problemas” muy a menudo.
-¡Por fin! ¡Aquí ESTAS TARDONA! -ME GRITA  Sara desde la puerta de su casa.
Lleva puestos unos pantalones cortos vaqueros una camiseta de palabra de honor color salmón y unas sandalias del mismo color que la camiseta. Sara es rubia con unos ojos grandes y verdes, es la más guapa de toda la clase sin lugar a dudas aunque ella lo niegue constantemente a veces pienso que es demasiado humilde.
-Hola loca- le grito yo también  y veo que se acerca corriendo hacia mí
-Venga cuenta, ¿por qué has tardado tanto en venir?
-Pues...a ver cómo te explico...
Nicol es para hoy, no para el año que viene.
-Vale, pero ¿y si nos sentamos en tu puerta? es que estoy muy cansada
-Como quieras… a saber que has hecho tu para estar tan cansada- suelta una carcajada y nos sentamos.
Le empiezo a contar todo lo que me ha pasado hoy desde el principio y ella no me interrumpe hasta que llego al final se limita a mirarme con cara de curiosidad.
-Vale, a ver si me he enterado bien: tus padres se pelean una vez mas y tu sales a correr y mientras corres te encuentras con  Erik , empezáis a hablar  pero yo te interrumpo porque mientras hablabais ha sonado tu móvil y como te tenias que  ir de vuelta a tu casa te ofrece a acompañarte , te dice que le gusta tu cuerpo  y todo eso..Pero no se le ocurre pedirte tu móvil, bueno no se os ocurre pediros los números...Madre mía yo os mato a los dos…y ¿Qué piensas hacer? ¿Ir todas las tardes a correr para volverle a ver?
  -Te has enterado bastante bien la verdad...ya tía pero ¿qué le decía ? no se me ocurría nada...Entiéndeme...
-Bueno vale te entiendo...Pero ¿y si no os volvéis a ver?
-Sara no seas idiota, vivimos en el mismo pueblo alguna vez nos cruzaremos, o eso creo.
-ya ya, te recuerdo que Erik no es de los chicos que sale muy a menudo.
-eso es verdad…Bueno tía no me rayes, demasiado tengo con mis padres. ¿ y tú que tal con Alex?
-Vale te dejo ya de dar la lata. Pues muy bien, no me puedo quejar  mañana nos iremos juntos al cine...así que lo siento mañana no podemos quedar.
-Me alegro mucho por vosotros se nota que os queréis...joo... ¿Y  mañana  que hago yo?- sonrío
-Mmm…podrías irte con tu guardaespaldas-empieza a reírse.
Miro el reloj, dios cómo pasa el tiempo ya son las 11:45
-Ja –ja-ja muy graciosa – esta vez nos reímos las dos- Bueno Sara yo me voy ya para mi casita, nos vemos pásalo bien mañana.
-Venga gracias Nicol.
De camino a mi casa no paro de pensar en Erik en sus ojos azules y en su pelo negro alborotado, en su forma de caminar y de sonreírme... un escalofrió me recorre el cuerpo y otra vez ese olor tan empalagoso. Miro en todas direcciones pero en la calle solo estoy yo – que raro-pienso. Me doy más prisa en llegar a mi casa  porque me estoy empezando a asustar.

Capitulo 3

Los dos empezamos a correr y noto como él tiene que aminorar la marcha para pode ir al mismo ritmo que yo.
-Y,¿ qué es lo que te a impulsado a ti a salir a correr?  Porque supongo yo que no habrá sido para perder peso ¿no?
Pensaba contarle la verdad, pero algo, supongo que mi subconsciente me dice que no, así que decido contarle solo parte de la verdad.
-No, para perder peso no-sonrió y continuo- tampoco estoy tan obsesionada con esas cosas como otras chicas, no sé ha sido más bien para liberar el estrés que tenia acumulado… ¿y tú? ¿Sueles venir mucho a correr?
Sonríe- Dios menos mal pensaba que eras como las demás chicas que se obsesionan demasiado con su cuerpo, aunque pensándolo bien ¿Cómo vas a estar obsesionada si tu estas perfecta? – y bueno respecto a lo de venir a corre  la verdad es que si, aunque hoy he venido más o menos por el mismo motivo que tu.
Noto como me voy ruborizando poco a  poco…- Gra…Gracias por lo de mi cuerpo.
Parece que el también tiene algo que callar...Pero ¡Dios Nicol te ha dicho que le gusta tu cuerpo!
De repente me viene un extraño olor, es demasiado empalagoso, miro a mi alrededor y además de Erick lo único que encuentro son pinos y mas pinos.
Erick me mira y me pregunta- Oye, ¿te ocurre algo?
-oH no, no me ocurre nada. Sonrío para convencerle aun más.
Los dos nos quedamos callados hasta llegar a mi casa
-Fin del trayecto y gracias otra vez por acompañarme
-No lo agradezcas  Nicol…y ya sabes si tienes problemas o necesitas que te escolten ya sabes donde encontrarme – me guiña un ojo.
Suelto una carcajada-Claro, hasta otra guardaespaldas.
-Hasta otra-me sonríe y se aleja

jueves, 28 de julio de 2011

Capitulo 2

Cansada de correr decido parar. Maldita sea, ¿Por qué no he cogido una botella de agua antes de salir? Pensé. Sentía cada gota de sudor sobre mi cuerpo y de repente lo veo… ¡Oh no! No puede ser...Joder valla un día, si antes tenía el pulso acelerado ahora que estoy viendo al chico más guapo de mi pueblo siento el corazón en la garganta. Veo como va avanzando hacia mí y es entonces cuando me doy cuenta de que debo parecer tonta, estaba llena de sudor, con más colores de lo normal y parada en mitad del camino observándole. Aparto esa imagen de mí misma y empiezo a correr de nuevo, cada vez estamos más cerca y mi pulso se acelera cada vez más. Decido bajar el volumen de la música y cuando me dispongo a hacerlo escucho mi nombre, levanto la cabeza y lo veo justo enfrente mía tan cerca que casi puedo respirar su aliento, veo sus grandes ojos azules y su pelo negro como el carbón alborotado y por un momento siento como me pierdo en el iris de sus ojos, pero solo durante un momento porque su voz hace que vuelva a la realidad. Lo primero que hago es dar un paso hacia atrás porque un escalofrió me recorre el cuerpo, y después pienso: ¿ha dicho tu nombre? ¿Desde cuándo sabe él como te llamas? Noto que me está mirando fijamente y es entonces cuando me doy cuenta de que todavía no he dicho nada desde el instante en el que me saludó.
-Oh ho…hola Erik- Nicol para de tartamudear por favor
- ¿Te encuentras bien?- Dice él con cara de preocupación
- Sí , solo que  me has pillado desprevenida  y  un poco fatigada..
- Ya, lo he notado -sonríe-  por cierto, ¿ qué haces tu por aquí sola?
-Mmm... supongo que lo mismo que tu...correr – le devuelvo la sonrisa.
El suelta una carcajada – si supongo.
Iba  adecir algo. Los e porque había abierto la boca pero el sonodo de mi móvil le interrumpe
-Dime –la que llamaba era mi mejor amiga
-¿Dónde te metes Nicol? Te recuerdo que habíamos quedado alas  en mi casa y son las 9 y 30 y por tu tono de voz parece que ni te acordabas.
- ¡Dios! Tía lo siento en media hora estoy allí y te cuento
-¡¿Media hora?! Pff...Vale pero espero que tu excusa sea muy buena...Nos vemos en media hora ¿vale? Ni un minuto más ni un minuto menos ¿entendido señorita
-Entendido mi sargento allí estaré xao loca.
Cuando cuelgo me doy cuenta de que el sigue allí de pie tan perfecto como siempre, me fijo más en él y me doy cuenta de que lleva una camiseta de manga corta blanca bastante pegada a su piel morena , unos pantalones de chándal negros que lleva remangados hasta las rodillas y unas deportivas reeboock.
-Parece que te vas a tener que dar media vuelta-dice sonriendo
-Eso parece- Digo sonriendo también
-Pues si te parece vamos los dos juntos y asi tu no vas sola ni yo tampoco.
Claro, ¿Por qué no? -respondo